Y cuando el 4 de agosto, Mons. Angelelli, junto al P. Arturo Pinto, retornaba a la Capital riojana, luego del novenario a los sacerdotes asesinados en Chamical, a la altura de Punta de los Llanos, su camioneta fue embestida por un auto "Peugeot 504", que le provocó el vuelco. El cuerpo del Obispo fue sacado y su nuca golpeada contra el asfalto, quedando su corpulenta figura extendida con los brazos abiertos sobre la ruta. Aunque se intentó ocultar el crimen, como un "accidente automovilístico" y la investigación judicial iniciada fue enseguida archivada, en 1983, con el retorno de la democracia, la causa se reabrió. En 1986 el juez Aldo F. Morales dictaminó que la muerte de Mons. Angelelli fue un "homicidio fríamente premeditado", debiéndose identificar los autores. En 1989, los altos jerarcas de las Fuerzas Armadas implicados en el crimen fueron beneficiados por la Leyes de Obediencia Debida y Punto Final que consagraron la impunidad en las violaciones a los derechos humanos.
3 ago 2008
1976 - 2008. A 32 años de su asesinato
"Pero es también inmoral el que ejerce el vil oficio de delator, y manosea la dignidad de las personas... Es inmoral cl que pervierte su vida y la desfigura con la triste imagen del calumniador... Es inmoral el torturador que agudiza su inteligencia para atormentar a sus hermanos, física, psicológica y moralmente… Es Inmoral el usurero y el opresor... Es inmoral el que usa de su responsabilidad de servidor de la comunidad para la coima o para corromper a sus subalternos con el afán de lucro, status o poder... Es inmoral el que es infiel y traiciona a su hermano... Es inmoral el que obstaculiza, para satisfacer sus propios intereses, todo auténtico cambio que haga más feliz al pueblo silenciado, marginado, explotado..." Enrique Agelelli, 20 de febrero de 1972.
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