No solo del lucro vive la comunicación.
Hace hoy 4 años, el Día de la Radio del 2004, un importante conglomerado de organizaciones de distinto tipo presentaron en sociedad, a través de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, 21 puntos básicos por el derecho a la comunicación y pidieron la derogación de la ley 22.285 de Radiodifusión, única junto a la de Entidades Financieras que se mantiene desde la época de la dictadura y lleva la firma de Martínez de Hoz y Videla.
Simbólicamente, ese día la presentación se hizo a través de una transmisión de radio reproducida por cientos de radios comunitarias, universitarias, públicas y privadas de todo el país. Una transmisión que reflejó una amplia pluralidad de voces sin importar que fueran oficialistas u opositoras. Claro, solo faltó que se sumaran las radios de los grandes multimedios que prefirieron ignorar el evento, al igual que sus canales y sus diarios. Esos mismos diarios hoy dicen que esta Coalición y sus 21 puntos son un invento del gobierno surgido a partir del enfrentamiento con el campo.
Tampoco dijeron ni publicaron nada cuando los miembros de esta coalición criticaron el decreto 527 del 2005 que les prorrogaba por 10 años las licencias que les había regalado el gobierno de Menem.
Es lógico, defienden sus intereses, son empresas, quieren ganar más dinero. El problema es que no lo hagan explícito y se quieran erigir en paladines de la libertad de expresión que ellos mismos cercenan. Incluso no tienen vergüenza en plantear que el Estado les quiere cercenar la libertad cuando pone algún control a sus avances monopólicos.
Por eso los sectores populares también tenemos que ir por lo nuestro. Nosotros vivimos en carne propia lo que es la estigmatización, la discriminación, el racismo de algunos medios que solo visitan nuestros barrios cuando hay un crimen o para mostrar alguna forma de vida extraña para los modelos tradicionales de la clase media como si fuera una nueva forma de exotismo.
O a lo mejor tenemos suerte y muestran alguna faceta asistencialista, a los pobres "buenos", a los que reciben algún "beneficio" de fundaciones que quieren darle un rostro humano a las empresas multinacionales, siempre y cuando, claro, esos pobres no den muchas muestras de querer organizarse y hacer cambios de fondo en su realidad, o se les ocurra que por casualidad tienen derecho a participar políticamente, formar parte de la gestión del estado, ser legisladores o ¿por qué no? tener sus propios medios de comunicación.
Por eso ya no queremos más intermediarios, queremos poder hablar por nosotros mismos, como lo hicieron las más de 1.000 organizaciones sociales de todo el país que participaron del concurso Contalo Vos impulsado por la Subsecretaría de Capacitación y Organización Popular del Ministerio de Desarrollo Social porque querían tener su propia revista
Como hacen las organizaciones y realizadores que participaron de la Muestra Federal de Cine Comunitario y Documental Social o de las distintas experiencias de documentalistas que hay en el país y que podrían cubrir cientos de horas de una televisión donde los sueños se hagan realidad por el trabajo y la organización del pueblo con un Estado presente y no por el voto de Moria Casán.
O como lo hacen las incansables radios comunitarias o cientos de pequeñas radios del interior del país que sobreviven gracias al esfuerzo de sus trabajadores y de la militancia cotidiana a favor de una comunicación popular.
Tenemos mucho para contar, desde los trabajos de alfabetización donde sólo con Barrios de Pie se alfabetizaron 20.000 vecinos y vecinas hasta las expresiones culturales de los barrios con sus murgas, sus folkloristas o sus bandas de rock.
Tenemos jóvenes que no sólo son objeto de consumo o estigmatización sino que realizan jornadas solidarias que los medios hoy no muestran.
Tenemos campañas de prevención en salud o para favorecer políticas de género - que promueven la igualdad entre hombres y mujeres, como también la participación y fortalecimiento de los derechos de las mujeres- que necesitan lugares para su difusión.
Tenemos ficciones que muestran otras formas de expresión que hoy no tiene pantalla.
Consideramos que el protagonismo y la participación popular deben ser parte de la comunicación en nuestro país. Que se puedan escuchar todas las voces.
Por eso, para cerrar, queremos resaltar dos de los 21 puntos que presentamos en el 2004 y que acaban de ser declarados de interés legislativo por el Congreso Nacional por iniciativa de la Diputada Cacilia Merchán. Puntos que harán posible que la comunicación no sea sólo un negocio como establecía la ley del 80 en su artículo 45 modificado hace poco:
11) "Existen tres tipos de prestadores de servicios de radiodifusión: públicos, comerciales y comunitarios de organizaciones de la Sociedad Civil sin fines de lucro. Quedará prohibido todo tipo de discriminación o cercenamiento a causa de la naturaleza jurídica de la organización propietaria, en cuanto a potencia, cantidad de frecuencias disponibles o limitaciones a los contenidos. Todos los servicios de radiodifusión podrán contratar publicidad en igualdad de condiciones, ya que así se respetan los derechos humanos económicos, sociales y culturales."
13) "Los planes técnicos deberán reservar al menos el 33% de frecuencias, en todas las bandas, para entidades sin fines de lucro. En estos casos tendrá que prevalecer como criterio de asignación de frecuencias el plan de servicios y la inserción de las entidades en su comunidad."
Esperamos que el proyecto de la nueva Ley de Comunicación Audiovisual que el ejecutivo prevé enviar al Congreso se presente lo antes posible y que tenga en cuenta estos puntos para que el 27 de agosto del 2009 estemos festejando el día de la Radio con una Ley de la que podamos estar orgullosos.Pascual CalicchioCoordinador NacionalÁrea de Comunicación de Barrios de Pie
comunicacion@barriosdepie.org.ar
www.barriosdepie.org.ar
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