Desde principio de este siglo soplan vientos de cambio en América del Sur, y en este nuevo período histórico hemos recuperado no pocos resortes de nuestra soberanía y de nuestros recursos naturales, se ha iniciado la construcción de un nuevo proceso de integración y empezamos a desarrollar, a nivel regional, herramientas políticas, económicas y sociales para beneficio de nuestros pueblos.
Esto no hubiera sido posible sin la firme y determinante convicción de los Movimientos Sociales y Populares de nuestra región que apuntalaron este proceso de Integración Regional, interviniendo con ideas y propuestas para la construcción de alternativas, y dándole continuidad a la movilización antineoliberal que en los '90 y principios de esta década nos permitió -entre otros logros- ser protagonistas de las luchas que culminaron con la derrota del ALCA, en aquella ya casi lejana pero inolvidable tarde lluviosa de Mar del Plata.
Esto no hubiera sido posible sin la firme y determinante convicción de los Movimientos Sociales y Populares de nuestra región que apuntalaron este proceso de Integración Regional, interviniendo con ideas y propuestas para la construcción de alternativas, y dándole continuidad a la movilización antineoliberal que en los '90 y principios de esta década nos permitió -entre otros logros- ser protagonistas de las luchas que culminaron con la derrota del ALCA, en aquella ya casi lejana pero inolvidable tarde lluviosa de Mar del Plata.
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