6 may 2010

Politica

LA PLURALIDAD DE VOCES, MENTIRA DEL GOBIERNO NACIONAL.


Plantea el gobierno que la ley de medios es una batalla por la democratización de la comunicación, y a continuación se proyecta –acompañado de la militancia obsecuente- como el gran espadachín frente a la concentración y los oligopolios.

Sin embargo, si algo cuesta ver en el gobierno de Cristina es la búsqueda de reales procesos de democratización, que inequívocamente conduzcan a mayor participación ciudadana y por tanto una redistribución del poder en favor de una porción mayoritaria de nuestro pueblo.



SOBRE LA VOLUNTAD DEMOCRATIZADORA DEL GOBIERNO NACIONAL


Si el gobierno se hubiera aferrado al concepto de “democratización” como base ideológica de su accionar, seguramente hubiera dado distinta respuesta al escenario mas complejo que empezaba a vislumbrarse al final de la gestión Kirchner, y probablemente así hubiera sorteado las dificultades y evitar los atolladeros a que condujeron su modelo.


Si mas allá de los discursos su vocación de socializar el poder fuera sincera, debieran democratizar entre otras cosas la política, el sindicalismo, las instituciones, la economía, la educación superior, y también la política comunicacional.


Sin embargo, empezando por la política, el gobierno de Cristina ha caminado en dirección opuesta: se ha erigido Kirchner en presidente del Partido Justicialista, consolidada estructura clientelar que en conjunto con la Unión Cívica Radical pactaron en los 90 la exclusividad de la alternancia en la vida política nacional, cuestión que reafirmaron y profundizaron recientemente con una reforma política que busca endurecer los requisitos de participación, complicar a las expresiones mas minoritarias, y perpetuar el bipartidismo. Además de las recientes candidatura testimoniales, el adelanto de elecciones y la negación de la boleta única, la ausencia de búsqueda de instrumentos de participación marcan clara distancia conceptual con las asambleas constituyentes, los referendos, plebiscitos, y otras herramientas implementadas por los gobiernos latinoamericanos. Sigue vigente el democratizante reclamo de renovación que caracterizó las jornadas del 19 y 20 de Diciembre de 2001.

En el plano institucional, la política de participación popular brilla por su ausencia. Ni siquiera hay algo serio en cuanto a acceso a la información pública. Lejos de los Ministerios del Poder Popular que creara Chávez, o del Ministerio de Movimientos Sociales que Evo institucionalizara, aquí lo que se institucionalizó en la gestión de Cristina fueron los nuevos ministerios de Producción y el de Agricultura, aplaudidos por el empresariado local y las patronales del campo.


En el plano sindical el gobierno de Cristina puso punto final a las expectativas democratizadoras, negando desde el comienzo la personería gremial de la CTA que con tantos argumentos y autoridad se merece. No solo eso, sino que apenas asumido el gobierno, consolidó la alianza con la burocracia sindical de la CGT, a quien otorgó un lugar político predominante y le canalizó cuantiosos millones de pesos. También desde el gobierno han silenciado voces progresistas que denunciaron los profundos casos de corrupción, han fogoneado la criminalización de las organizaciones gremiales de base, puesto trabas para el avance de la justicia en el terreno de la democracia sindical, reprimido duramente conflictos particulares, y avalado las patotas de la burocracia con que buscan poner techo a las luchas por mas salarios.


En el plano de la economía tampoco el gobierno se ha caracterizado por una lucha democratizadora. Al contrario, eligió la vía de la negociación con pequeños grupos de grandes empresarios, retrasando el impulso a la empresas PYMES, despreciando el vinculo con los pequeños productores del campo, evitando el desarrollo de una estructura de lo ´público´, priorizando el rol y las necesidades de los grupos locales y de las multinacionales. Los subsidios a la General Motors, las concesiones a las mineras transnacionales, el lugar otorgado a Techint, Eskenazi, Franco Macri, y otros tanto, no va justamente en dirección de enfrentar a los oligopolios.

Basta ver que en términos de redistribución de la riqueza el quintil mas alto de la economía ha aumentado la brecha con respecto al ultimo, y que un puñado de empresas concentran mas del 75% del mercado de productos alimenticios para evidenciar la situación que el gobierno prefirió generar y permitir.


En el ámbito universitario tampoco este gobierno ha hecho esfuerzos por la democratización, sino todo lo contrario, dio a las corporaciones la conducción de la política universitaria nacional. Eligio siempre para esto a gente del ´sistema´, plagado en gran mayoría por implementadores de las políticas neoliberales en la educación superior durante los años ´90. No modificó la Ley de Educación Superior Menemista, y prefirió el camino de hacerse fuerte dentro de esa estructura, abriendo nuevas universidades y buscando acuerdos de gestión con rectores. Como si eso fuera poco, buscó desprestigiar las organizaciones estudiantiles, las reprimió en ocasiones, y llevó la candidatura de tipos como Alterini o respaldó con toda fuerza al impresentable de Hallú en la UBA, quien se niega a avanzar con la democratización de los órganos de gobierno universitarios, tal como prometiera hace años.


Difícil encontrar conceptos democratizadores en la gestión pública de este gobierno. Tenemos toda una limitación ideológica a la vista, y políticas en esa dirección. En cuanto a la política comunicacional, tenemos mismos elementos para desconfiar y enfrentar al gobierno.


LA "DEMOCRATIZACIÓN" EN LA POLÍTICA COMUNICACIONAL DEL GOBIERNO.


Aquella misma línea se traslada al plano de la política comunicacional del gobierno, quien luego de haber tejido vinculos con los monopolios mediáticos (entre otras cosas renovándole las licencias por diez años al grupo Clarín), profundizó la línea permitiendo la fusión entre Cablevisión y Multicanal.

La nueva ley de medios, exigida por cientos de organizaciones desde el 2004, fue durante la campaña preelectoral del 2009, una herramienta de amenaza y negociación con el grupo Clarín. Demoraron su presentación en el Congreso porque no tenían voluntad real de hacerlo, cuestión que efectivamente cambió luego de la derrota del gobierno en las urnas, que lo llevó a profundizar una línea hacia los medios de comunicación que le permitiera contar con una eficaz herramienta para poder llegar al fin del mandato sin sufrir mayor desgaste y generando -vía política comunicacional- un repunte de su alicaída imagen en la sociedad.


En su proyecto, el gobierno ´democratizador´ incluyó a las telefónicas en el negocio del Triple Play, dejándoles servido el negocio de la televisión por cable a Telefonica y Telecom, cuestión que claramente las convertiría en poco tiempo en grandes monopolios. Ya esto lo tenían negociado de antemano, por eso unos meses antes Telefónica ya había empezado con los ajustes técnicos necesarios para el negocio.

El gobierno, lejos de pelear por la democratización, lo que buscaba era erigir un multimedio propio dándole a un empresario leal la parte de Telecom que está en poder de Telefónica (que por su fusión en España es acusada de practicas monopólicas), y luego facilitarle a ambas señales la emisión del Triple Play (Telefonía, Internet, y televisión por cable).

La manera de enfrentar a Clarín era con la competencia de otros monopolios de igual o mayor fuerza, quienes a costa de la pluralidad de voces podrían embolsar ganancias extras por mas de seis mil millones de dólares por año.

Pino Solanas y Libres del Sur pusieron condiciones en el Congreso, y lograron frenar ese atropello concentrador.



Por otro lado, si algo se parece poco a emprendimiento cooperativo son los holding de medios de Daniel Hadad, el Grupo Szposlki, o el grupo Infomedia de Raúl Moneta, quienes han transitado en un camino de acuerdos, favores mutuos y privilegios con el gobierno nacional. Sin ir mas lejos, Rudy Ulloa, ex-chofer de Néstor Kirchner venido a multimillonario (compro recientemente una casa valuada en 3 millones de pesos), fue acompañante del matrimonio de toda la vida y armador político del presidente en Santa Cruz, pequeña provincia en que ha construido un multimedio (un periódico, tres radios, dos canales de televisión, dos productoras y una revista nacional) bajo el impulso de la publicidad estatal. Rara concepción de pluralidad.



Además, veamos que señales dio el gobierno apenas esbozada la implementación de la nueva Ley. Se cerró en el PJ, eligiendo incomprensiblemente como directores de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de comunicación Audiovisual) a un gobernador como Capitanich, que no tiene nada que ver con la comunicación pero garantiza obsecuencia; y al ex diputado del PJ pampeano Baladrón (que votó contra la 125 como Cobos). Acaso no había compañeros valiosos, de los que trabajaron con tozudez los últimos años y pudieran haberle dado mayor solidez técnica y política?

Pero no solo eso, sino que los directores electos delegaron sus facultades en Gabriel Mariotto, con lo que AFSCA lejos de aumentar la representatividad, quedo mas cerca de funcionar con un interventor como era con el COMFER.


Mientras tanto, no se ha dicho nada sobre los medios sin fines de lucro: Ni de como se le va a dar impulso, ni una palabra de como se solventaran sus emisoras sin un capital inicial. Tampoco se ha dispuesto una ley de publicidad oficial que regule la pauta y garantice que estos medios puedan desarrollarse. No vaya a ser cosa que la implementación del 33% vaya a parar a fundaciones y asociaciones amigas, a decanos y rectores del Partido Justicialista, y a agrupaciones religiosas amigas de los gobernadores. No generan confianza los criterios usados hasta aquí por el gobierno, menos con la experiencia a la vista del programa Argentina Trabaja.


Así mismo, tenemos la seguridad de que en las provincias donde los medios hegemónicos y monopólicos son repetidoras de los gobernadores e intendentes no se confrontará con ellos porque forman parte de los negociados y de la alianza de gobierno. Gioja en San Juan por ejemplo, que se caracteriza por tener un férreo control de la prensa local, es garantía de aplicación de la ley? Difícil de verlo, se ha preocupado primordialmente por silenciar voces opositoras, especialmente de censurar las criticas a la minería a cielo abierto, llegando a prohibir la difusión de la revista Tiempo cuando ésta publicara un informe sobre los daños al ambiente y a la salud.


Por otro lado, cual es la política de contenidos del gobierno? Difícil de no ver pasquines del gobierno en Canal 7, TELAM y Radio Nacional, ni hablar del periódico Miradas al Sur o de El Argentino. Nada más alejado de ser democráticos y plurales y no un apéndice del gobierno. No solo en los medios estatales y del grupo de empresarios amigos se marcha en esa dirección, también otros medios nacionales y provinciales se ha adquirido esa lógica; muchas veces en contraparte de pauta oficial. Sin ir mas lejos el prestigioso diario Página/12 se ha convertido en un diario oficialista donde cuesta encontrar notas críticas o análisis profundos que cuestionen algo del gobierno.



LA PLURALIDAD DE VOCES, MENTIRA DEL GOBIERNO NACIONAL

En síntesis, tanto en la comunicación como en los otros aspectos de la vida del país, adonde esta el espíritu democratizador del gobierno? En ningún lado.

No nos van a hacer creer esto de que la batalla que libra el gobierno es por la democratización en contra de los monopolios. Que los señores del gobierno, y serviles propagandistas, vayan a otro con ese verso.

La verdad es que la ley de medios es hoy para el gobierno una herramienta de su campaña electoral que ya ha comenzado, y que tiene como objetivo retener votos, dinamizar el activismo propio, y destruir cualquier alternativa que amenace superar el bajo techo de adhesión con que cuenta.

Para esto no dudan en concentrar medios, monopolizar discursos, hacer operatorias de prensa, comprar voces, negar disensos, ensuciar y atacar dirigentes, sembrar miedo, justificar todo y alentar el posibilismo; entre tantas mas artimañas, aún a costa de la política, de la democracia y la participación popular.

Mientras el gobierno paga deuda que había desconocido (fabuloso negocio para enorme bancos como el Citibank, Deustche Bank y Barclays Capital) y hace todos los deberes para volver a endeudar el país; mientras suma al sector financiero al apoyo que ya le propician el sector productivo local y enfría la confrontación con el sector agropecuario, necesita de una bandera progresista como la ley de medios para sus fines políticos coyunturales. El corazón de su política, transita por otro andarivel.

Desnudaremos las mentiras del Gobierno y su corte de abyectos. Nada queda para esperar de democratizante y transformador, conceptos ausentes en este gobierno que solo se preocupa por llegar dignamente al 2011.


La disputa por un proyecto democratizador, de real participación y protagonismo popular, ha comenzado y se dará en la política y particularmente en el escenario electoral. Nuestro movimiento, que no se deja engañar ni ha sido ganado por el posibilismo, tiene un proyecto emancipador y en Pino al referente que lo sintetiza.

Mas allá de las mentiras, democratizar la vida del país sigue siendo tarea pendiente y no será legado del kirchnerismo.

Será tarea nuestra.

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